Tras mucha, mucha agua ante nuestros ojos durante los últimos días, estamos en Puerto Natales, ¡punto de partida para disfrutar del Parque Nacional de Torres del Paine!
Nos levantamos temprano y recorremos dos horas de camino para ver como emerge de la tierra, la enorme cadena montañosa...
El gigante parque está habitado por diferentes especies que se cruzan con nosotras sin parecer conscientes de lo privilegiadas que son por formar parte de este lindo paraje natural
Alcanzamos la primera laguna que nos encontramos en nuestro camino...
Una laguna de sal que da color a la tierra que pisamos
Cuanto más nos adentramos y más queremos acercanos a las torres, el clima se vuelve un poquito menos de nuestra parte...llega la lluvia y un tremendo viento que tornan borroso el paisaje.
El debastador incendio que arrasó miles de hectáreas hace unos meses tiñe de negro y gris gran parte del lugar, es inevitable sentir la angustia que allí se vivió esos días...
Caminamos...y de repente llegamos hasta un mirador natural a un gran salto del río...las tormentas de esta temporada de lluvias han hecho su labor...reponiendo las masas de agua.
Continuamos la vuelta desde los pies de las torres y nos topamos con el Lago Grey y con el glaciar del mismo nombre que cuesta apreciar al fondo por la molesta niebla
Aquí nunca falta hielo...
Última parada en nuestra ruta : los cuernos del Paine.
Desde la parte trasera de las torres las vistas eran todavía más imponentes...
¡Lástima que las nubes no nos dejaron disfrutar un poquito de esta imagen que tanto esperábamos encontrar...!
El tiempo no nos daba para más, no pudimos hacer ninguna de las rutas de 4 días ( la W) o de 10 días (la O) que permitían patear de arriba a abajo el parque...
Nosotras hicimos (o intentamos hacer) la Y, jajajaja
¡Nos contamos!
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